martes, marzo 10, 2009

En Chile los trabajadores y la izquierda se unirán en abril



1. Para coordinar las luchas por las demandas inmediatas de los trabajadores chilenos, con la perspectiva de disputarle el poder a la minoría oligárquica y encarar los desafíos del siglo XXI, decenas de organizaciones del campo y la ciudad se reunirán en su país a partir del 4 de abril para “constituir la fuerza destinada a suprimir toda forma de dominación capitalista”. Los chilenos, herederos de las luchas de los araucanos o mapuches, del allendismo y del MIR de los setenta y ochenta, de los obreros y otros organismos de izquierda, han trabajado durante muchos años por la unidad de todas las fuerzas que luchan contra el capital y parece que abril será un mes importante.
2. Al parecer los rastros de Pinochet (el asesino que mediante un golpe de Estado en 1973 derrocó al demócrata Salvador Allende y luego impuso un estado de sitio de por lo menos cinco años ordenando miles de encarcelamientos y asesinatos) no han desaparecido. En 1981 el dictador hizo aprobar una Constitución que reforzó sus poderes; pero en 1988, después de un plebiscito, se vio obligado a convocar a elecciones que dieron triunfos a Patricio Alwyn en 1990 y a Eduardo Frei (hijo) cuatro años después. Todavía en 1998 Pinochet se hizo nombrar senador vitalicio. Los siguientes gobernantes “socialistas” (Lagos y Bachetet) no han podido frenar a los pinochetistas.
3. Pensamos en América que con el triunfo del pueblo chileno en el plebiscito Pinochet se iría automáticamente a la cárcel junto a todos sus cómplices fascistas que ordenaron los asesinatos de miles de patriotas de aquel país. Incluso un abogado franquista español contribuyó en un inició a despertar a los chilenos abriendo un juicio, pero nada pasó. Al contrario, los gobiernos de Alwyn, Frei, Lagos y de Bachelet, en lugar de reivindicar y radicalizar el proyecto allendista parecen haberse sometido a los poderosos capitalistas asociados con los yanquis. ¿Para qué sirvió el sacrificio de miles de luchadores sociales que de manera idealista se pusieron a construir un país con justicia y equidad?
4. La realidad es que Chile, aunque sólo tiene alrededor de 18 millones de habitantes y su territorio es poco menos de la mitad del mexicano, ha sido un país con mucha presencia en la región y en América. Su escolaridad (como la de Argentina y Uruguay) es alta, su PIB total y la distribución de éste por habitante, según datos publicados, destacan en la zona. Por la forma de su territorio y el clima de las regiones podría pensarse en una enorme inequidad en la distribución de la riqueza en beneficio de los sectores privilegiados de la capital del país. Nada importante han hecho los llamados gobiernos “socialistas” o socialdemócratas para acabar con el legado de Pinochet.
5. Por eso los convocantes han planteado en la página de Rebelión, que “la nueva formación unitaria tendrá un carácter federativo y será una alianza política para las transformaciones sociales; que el objetivo es la conquista política de los pueblos para instaurar una sociedad sin clases, solidaria, igualitaria, libertaria y liberadora”. Subrayan que el poder popular será eje de construcción para que los pueblos recuperen el protagonismo de los procesos políticos. Descartan de entrada el apoyo electoral “a las fuerzas que son el sostén político del sistema de dominación, así como a los partidos que tengan acuerdos electorales o tácticos con la “Concertación”.
6. La realidad es que en México, quienes hemos venido luchando por la unidad de las luchas sociales de los trabajadores, tenemos esperanzas en que en Chile, en Brasil, Argentina, Uruguay, surjan organizaciones de masas anticapitalistas que luchen contra el capital internacional. La batalla contra las intervenciones del gobierno imperial de EEUU debe extenderse contra sus socios o peleles nacionales, cuyo único objetivo es el sometimiento y saqueo de los pueblos. América Latina o Indoamérica es un continente con más del 70 por ciento de habitantes pobres y miserables y de menos de un 5 por ciento de ricos y multimillonarios que someten a los productores de la riqueza.
7. Pero los compañeros chilenos convocantes a la reunión unitaria de abril, no asumen una posición sectaria ante las elecciones porque las consideran como una forma más de lucha; sin embargo, como “una forma más” llaman a una discusión profunda para conocer las condiciones y contextos pertinentes. Con la experiencia directa del allendismo, de la Revolución cubana, del sandinismo y de lo que sucede en estos días en El Salvador, donde ex guerrilleros están a punto de ganar las elecciones presidenciales, los chilenos tendrán un rico material para sacar las conclusiones pertinentes. Ellos no podrán tener prejuicios para discutir y confiamos que lo harán en serio.
8. En las dos últimas décadas en México han surgido por lo menos 10 organizaciones nacionales que han buscado la unidad, pero con excepción del Diálogo Nacional y el Frente Nacional contra la Represión, las demás parecen haber caído o desaparecido. Uno de los problemas que hemos sufrido es el caudillismo y el protagonismo; pero otro es que la burguesía que gobierna ha tenido la inteligencia para cooptar o absorber a líderes y organizaciones mediante ofertas de proyectos y dinero. En México todas las organizaciones plantean sus propias demandas gremiales llevándolas a aislar sus luchas, mismas que la clase en el poder trata de no escuchar ni ver, o golpear sin el menor esfuerzo. Hay mil luchas aisladas porque no hemos aprendido a unirnos.
9. Espero que ese compromiso unitario, que según han planteado los convocantes chilenos: será para crear “un instrumento político federativo, amplio, con voluntad de mayorías y ética revolucionaria”, se convierta, como ellos dicen: en “la nueva fuerza anticapitalista, antiimperialista, internacionalista y latinoamericanista”. Es urgente que las batallas antimperialistas y anticapitalistas que ahora se registran en Venezuela, Bolivia, Ecuador, se extiendan. Es necesario superar nuestra pequeña visión provincial para comprender que nuestra lucha es contra el capitalismo mundial; y si bien los proletarios tienen la responsabilidad de acabar con su propia burguesía, no deben olvidar que esta opera de manera internacional.
10. Después de esa gran reunión que ha despertado un enorme entusiasmo entre los trabajadores y organizaciones de izquierda chilenos, en la que tengo la convicción de que sacará resolutivos y formas de organización horizontales y autogestivas, podemos esperar: 1. El surgimiento de una organización anticapitalista de masas; 2. Una organización que rompa con los centralismos y las jerarquías y, 3. Que sea una organización realmente antimperialista. Los buscadores de luchas unitarias esperamos que los chilenos nos envíen sus ricas experiencias para que México, un país con ricas tradiciones de lucha y con una burguesía que ha sabido dividir a los trabajadores, recoja la experiencia unitaria que tanto necesita.

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