jueves, marzo 26, 2009

Planes anticrisis, ¿a quién benefician?

Ricardo Monreal Avila

Si usted es de los ciudadanos que aún no recibe en su bolsillo, ni en la mesa de su casa, ni en su empleo ni en su empresa pequeña o mediana los beneficios de los diversos planes anticrisis que el gobierno federal ha puesto en marcha desde el año pasado, es por una sencilla razón. Estos planes están diseñados para beneficiar predominantemente a un grupo de grandes empresas y empresarios. Tenemos cinco ejemplos concretos.Las reservas del Banco de México: Desde octubre del año pasado, el banco central ha destinado más de 22 mil millones de dólares para fortalecer el peso y anunció que a partir de marzo y hasta el próximo mes de junio destinaría hasta 100 millones de dólares al día con el mismo propósito.En realidad, es un subsidio directo al peso mexicano que, sin esta intervención del banco central, ya se hubiera devaluado más. Las preguntas pertinentes son: ¿quiénes necesitan en este país comprar con urgencia dólares baratos? En una economía altamente dependiente como la nuestra, donde importamos desde la comida hasta los zapatos, todos deberíamos resultar beneficiados. Pero no es así.¿Quiénes necesitan esos dólares de las reservas? ¿Los millones de trabajadores que ganan el salario mínimo o un puñado de empresarios que buscan especular contra el peso? ¿Los pocos mexicanos que todavía ahorran o invierten en pesos, o la banca extranjera que necesita sacar del país las altísimas ganancias que obtiene en México? ¿Los empobrecidos productores del campo o las grandes tiendas de autoservicio que importan la mitad o más de lo que venden? ¿Por qué se destinan 5 mil millones de dólares al mes para mantener el dólar barato y no se quiere congelar o reducir el precio del diesel, que beneficiaría de manera directa a millones de mexicanos y el costo económico es mucho menor que la utilización de las divisas? Pero lo más importante, ¿por qué el gobierno anuncia que mantendrá el dólar barato hasta junio y no hasta que la crisis económica termine? Por una sencilla razón: porque en el mes de julio habrá elecciones para renovar la Cámara de Diputados y no quiere ver cómo su partido, el PAN, pierde posiciones en el palacio de San Lázaro.
En suma, el gobierno está dilapidando las divisas con dos fines: para rescatar a unos cuantos dueños del país y para apuntalar a su partido, el PAN, frente a una debacle electoral anunciada.Los apoyos de Nacional Financiera: en octubre del año pasado, el gobierno anunció un programa de 180 mil millones de pesos para salvar a las pequeñas y medianas empresas, las llamadas PYMES. Pues bien, el Poder Legislativo tiene un estudio que revela que de 147 mil millones que ya se han asignado, el 80% se ha destinado a rescatar a grandes consorcios endeudados, como Soriana, Ford Credit, Paccar, Cementos Mexicanos, Almacenes Coppel, Tiendas Chedraui, Navistar, Banregio, Unifin, Famsa, Vitro y Ferromex, entre otras “pequeñas o micro empresas”. En el fondo se trata de otro Fobaproa empresarial, porque el gobierno lo que está haciendo a través de Nacional Financiera, es comprar la deuda de estos grandes consorcios y ser su aval.Así paga el gobierno sus compromisos de la pasada campaña presidencial, ya que la mayor parte de todos estos consorcios, especialmente los de Monterrey, hicieron campaña sucia entre sus empleados en contra del candidato Andrés Manuel López Obrador y a favor del entonces candidato del PAN, Felipe Calderón. Tampoco es una simple coincidencia que el personaje que encabezó la guerra sucia electoral en el 2006, desde el Consejo Coordinador Empresarial, Héctor Rangel Domene, ahora esté despachando como director de Nacional Financiera, el banco del gobierno desde el cual se está rescatando con recursos públicos a las empresas que apoyaron al PAN en la pasada campaña presidencial. Esto no es producto de la casualidad, sino de la complicidad. Las tasas de interés: los mexicanos pagamos las tasas y las comisiones más altas en todo el mundo, en tarjetas de crédito y otros servicios bancarios. El viernes pasado, en la Convención Nacional Bancaria realizada en Acapulco, el dirigente de los banqueros preguntó que de qué nos quejábamos, “si los agiotistas y prestamistas de los pueblos cobran más caro”. Esa es la mentalidad de la banca mexicana, esos son sus referentes, los agiotistas de pueblo, porque también el negocio de ellos es la usura, no el servicio; el agio, no el crédito; y la especulación, no la producción. En medio de la crisis mundial, la banca en México es la única que reporta ganancias a sus casas matrices en el extranjero. Cobran comisiones por todo, hasta por no tener dinero o cancelar una cuenta. La banca regula a su favor el más mínimo detalle de su relación con los clientes, pero no quiere que nadie la regule a ella. El organismo encargado de defender a los usuarios de la banca, la Condusef, es la tapadera y la principal defensora de la banca. De esta forma, las altas tasas de interés se han convertido en el principal escollo para salir de la crisis, para crecer y para generar empleos en el país, tal como lo señaló hace unas semanas alguien que sabe de estos temas como el empresario Carlos Slim.En diciembre pasado, el grupo parlamentario del PT en el Senado presentó una iniciativa para fijar topes a las tasas y comisiones que cobran los bancos en las tarjetas de crédito. Hace unas semanas, el PRI presentó también una iniciativa similar. Pero esta iniciativa del PRI es sólo para acalambrar a los banqueros y para fintar a los ciudadanos en este año electoral. Con su iniciativa, lo que busca realmente el PRI es que los banqueros se sienten a negociar con él y no con el gobierno. Esa iniciativa es una moneda de cambio: busca intercambiar iniciativas de ley por favores y apoyos electorales de los banqueros. El tiempo nos dará la razón. En el fondo, ni el PRI ni el PAN quieren legislar en serio las tasas de interés. Y es que ambos tienen, cada uno por su lado, sus bancos y banqueros favoritos, como lo evidenció el caso Banamex.
El caso Banamex: Mediante un rescate multimillonario, que equivale a una nacionalizacion de facto, el gobierno norteamericano es ahora el principal accionista de citigroup y su filial en México, Banamex. Esto lo prohíbe claramente la legislación mexicana y el mismo tratado de libre comercio, que establece que ningún gobierno podrá manejar instituciones financieras en nuestro país. El artículo 13 de la Ley de Instituciones de Crédito señala a la letra: “no podrán participar en forma alguna en el capital social de las instituciones de banca múltiple, personas morales extranjeras que ejerzan funciones de autoridad”. (Continuará).

ricardo_monreal_avila@yahoo.com.mx

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