jueves, abril 30, 2009

Huele a chamusquina

María Teresa Jardí

Petras dice que bien pudiera ser que lo de la influenza puede llegar a suponer una medida en contra de los migrantes. Y lo evidente es daño colateral, dirían los represores sionistas, gringos y mexicanos usurpadores, que a los mexicanos, migrantes o no, que viajemos al extranjero de aquí en adelante vamos a ser tratados como si fuéramos las ratas portadoras de la peste que anida en el barco que abandonan.
Pablo Ordaz, en El País, se pregunta porqué sólo en México se mueren las personas y lo mismo hacía también Ricardo Andrade ayer en nuestro diario POR ESTO! Lo que nos empezamos a preguntar todos. Aunque la respuesta obvia esté en que aquí también mata la diarrea, como tantas veces nos ha hecho ver Balam Pereira. Diarrea que se controla con la sola ingesta de agua en cualquier país que sea solamente un poco menos república bananera que el México de hoy, que en manos de la perversa y pervertidora derecha como dueña sufre las consecuencias que empiezan a convertirse en brutales, justamente por no habernos opuesto, los ciudadanos, a las cosas impuestas.
De los 152 casos de muertos aparentemente por el virus de la influenza, ya sólo siete casos, nos dicen, son en los que se ha comprobado que la responsable de la muerte ha sido influenza.
Pero se cierran incluso los restaurantes con el perjuicio que esto conlleva para los dueños y también para los empleados.
Los mexicanos son tratados, nuevamente, como en el caso de la prohibición de fumar en lugares públicos, como retrasados mentales.
Me quedo con lo dicho por el Comité Cerezo en el sentido de que “la influenza no mata, la irresponsabilidad estatal sí”. Que no mata se ha comprobado ampliamente en los otros países. Y es obvia la responsabilidad de la derecha que por decisión propia, usurpando y legalizando el fraude, es la que manda aquí.
Sí, me quedo con lo dicho por el Comité (de lucha por la liberación de los presos políticos) Cerezo.
Aunque con una pequeña corrección en el sentido de que me parece que sería mejor poner: “la responsabilidad gubernamental sí mata”.
Corrección necesaria porque como en el caso de las iglesias, la iglesia somos todos: fieles y consagrados. El Estado también lo componemos gobernantes y gobernados e incluso usurpadores y hay que establecer debidamente las responsabilidades. Y en la situación creada alrededor de la influenza la responsable, repito, y nadie tendría que olvidarlo, es la derecha panista que usurpa y la derecha canalla partidaria que la usurpación del Ejecutivo federal, fundamentalmente desde el Legislativo, la acompaña.
Todo empieza a oler a chamusquina. Y a ese mal olor se suma el que, los a modo del sistema, estresados como suelen estar los impresentables sujetos que eligen quedar bien siempre con el que manda y les paga, no dejen de repetir las alabanzas a Ebrard por “reconocer lo bien que está enfrentando el problema el presidente Calderón”.
¿Puestos de acuerdo el usurpador y quien aspira a suceder al usurpador, con pocas esperanzas en una elección abierta de ganarle la nominación al único capaz de controlar, todavía, una guerra fraticida?
Ninguna certeza. En tanto las dudas se acumulan sumando ya una montaña de difícil escalada.
Algunas preguntas van en el sentido incluso de porqué si ya se sabía lo de la influenza se permitió la venida del amo Obama a checar si su criado, Calderón, controla debidamente su patio trasero. A un mandatario que se cuida de esa manera no es lógico que se le exponga a un virus de existencia certera.
La única certeza es que va en México el Estado de sitio. Y entre los antecedentes me remito a la absurda prohibición de fumar en lugar de destinar los recursos a educar sobre el peligro que para los fumadores significa la decisión de hacerlo y de destinar recursos para educar sobre la imprudencia que significa fumar cerca del otro al que el humo asusta. Lo que además trae consigo el avance en el respeto al otro. Mientras que la prohibición nunca trae nada bueno consigo y en este caso era claro que era el antecedente en el avance del Estado policiaco, al menos, por lo visto. Puede ser peor aún la cosa evidenciada también en la ocupación de los cargos policiacos, lo que desmiente la veracidad de la fracasada lucha contra el narcotráfico, por sujetos tan impresentables como García Luna y Jorge Tello.
La derecha atacando por todos los flancos para continuar manipulando al pueblo mexicano y el pueblo dejando manipularse.

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