“Relevo educativo”

Ricardo Andrade Jardí

Con un sindicato por demás corrompido desde la cúpula, la educación pública pasa a un plano secundario y nuestra inmoral clase política se pelea el voto corporativo que “la maestra”, oferta según sus intereses. Cientos de miles de educandos quedan a merced de las huestes de Elba Esther y los que tienen la fortuna de tener maestros en la CNTE, no atinan a entender porqué estos maestros siguen bajo el yugo opresor de la eterna (hasta que caiga, como caerá) secretaria general del SNTE; he ahí uno más de los absurdos incomprensibles y, peor aún, injustificables de nuestra social vida política.
La derecha afila sus garras y la Vázquez Mota deja su “flamante puesto” de secretaria de “la maestra” en la usurpada SEP, para ir a buscar las mayorías plurinominales (es decir mayorías inexistentes y antirrepresentativas) del abrevadero de los dinosaurios, también conocida como Cámara de Diputados, para intentar llevar a “buen puerto”, las exigidas reformas constitucionales que la imposición usurpadora exige al lacayo de Fecal.
En tanto la educación laica gratuita obligatoria y pública, deja de ser una prioridad nacional, para dar paso a la política imperialista de sometimiento, “los pueblos cultos, son pueblos libres”, por eso la más damnificada de todas las responsabilidades del estado, es sin duda la educación. La que desde hace más de 35 años fue abandonada, como respuesta de una clara política opresiva, con contenidos educativos manoteados y manipulados por el gusto y la inmoralidad, de hasta por la segunda esposa del analfabeta funcional Vicente Fox; escuelas públicas llenas productos chatarra carentes de valor nutricional, edificios en ruinas, locales escasos de mobiliario, sin capacidad de atender la matrícula que la zona requiere, en riesgo constante, bajo el chantaje de las huestes de “la maestra” que lo mismo hacen su particular negocio terminando con la obligación social de gratuidad educativa.
¿Qué pasa con la educación en el México usurpado? Debería ser el ejercicio de respuesta que nos ocupara a miles, antes de que la derecha termine con el noble principio de la educación laica, gratuita y obligatoria; de la misma forma que tendríamos que estar obligados a debatir los contenidos de la misma así como obligarnos a vigilar siempre el espíritu científico, crítico y creativo que permita a las nuevas generaciones ser transformadoras de la realidad y no masas oprimidas.