miércoles, mayo 27, 2009

Sube el desempleo, pero se ataca sólo con discursos

Dosis alta de cinismo en Los Pinos

Carlos Fernández-Vega

Cada día con mayor severidad la desocupación abierta sacude al país, un lacerante problema que el autodenominado presidente del empleo pretende resolver a golpe de discursos igual de optimistas que de fatuos. Si es correcta la cifra que ayer divulgó el Inegi, entonces tan sólo en abril pasado casi 222 mil mexicanos pasaron a formar parte del enorme ejército de reserva –a razón promedio de 7 mil 400 cada 24 horas–, en el entendido que los indicadores del cuarto mes de 2009 no reflejan el verdadero costo laboral resultante de la emergencia sanitaria, pues ésta fue declarada en la última semana de abril (el día 23 para ser preciso), de tal suerte que en mayo, para como van las cosas, la tasa oficial de desempleo abierto fácilmente se incrementará a 6 por ciento.

En el balance de tal presidente, que contrasta con el discurso oficial, en 30 meses de estadía calderonista en Los Pinos, sólo en seis de ellos –salteados– la tasa oficial de desocupación abierta en el país ha sido ligeramente inferior a la que el propio Inegi reconoció el primer día de diciembre de 2006; en los otros 24, el indicador ha estado sustancialmente por arriba. Así, en ese periodo 870 mil mexicanos han sido obligados a incorporarse al desempleo abierto, en un país en el que –según compromiso público del michoacano– nunca más habría una crisis.

El primer día de diciembre de 2006, con una población económicamente activa estimada por el Inegi en 44.5 millones de mexicanos, la tasa oficial de desempleo abierto en el país fue de 3.58 por ciento, equivalente a un millón 593 mil personas. En abril de 2009, con una PEA cercana a 45.5 millones, esa misma tasa creció a 5.25 por ciento, con lo que el número de desocupados llegó a 2 millones 373 mil, un aumento en el periodo de 780 mil personas, jefes de familia la mayoría de ellas.

Ese es el balance del presidente del empleo, pero el registro más reciente es igualmente desolador. Resulta que el Inegi divulgó ayer sus indicadores oportunos de ocupación y empleo correspondientes al cuarto mes de 2009, en los que se constata que la tasa oficial de desempleo abierto en el país pasó de 4.76 por ciento de la población económicamente activa a 5.25 por ciento, del cierre de marzo al último día de abril, un incremento de 0.49 puntos porcentuales, o lo que es lo mismo cerca de 222 mil trabajadores sacrificados por un despiadado modelo económico, con su enésima crisis. Por si fuera poco, la tasa de desocupación en las principales ciudades de la República se incrementó a casi 7 por ciento y la de subocupación a 12 por ciento de la PEA.

¿Qué respuesta ha dado el gobierno calderonista a esta dramática realidad? Un ejemplo inmediato lo aporta el propio inquilino de Los Pinos. Dice así: mientas en el resto del mundo se sigue observando una pérdida neta de puestos de trabajo, mientras en la economía se ha observado ya una caída de millones de empleos en los últimos meses, producto de la crisis financiera internacional; durante el mes de marzo, y esta es una buena noticia, durante el mes de marzo en México no sólo no hubo una pérdida neta de empleos, sino que hubo una creación neta de casi 4 mil empleos formales, registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (discurso del pasado 13 de abril, en ocasión de lo que se le ocurra).

Esa es la fórmula mágica con la que la continuidad pretende convencer que en México no pasa nada, que su economía es sólida y está mejor preparada que nunca, y que, en fin, el problema, por ser internacional, es afuera, no en el paraíso –igual de virtual que de ridículo– que se cuenta, un día sí y el otro también, en el discurso oficial. Es el apanicado (Fox dixit) cuenta cuentos de Los Pinos, quien no sabe por dónde le llueve y que optó por encerrase en su plácida burbuja virtual y refugiarse en un discurso –pésimo, por cierto– totalmente alejado de la realidad y, por ende, de las soluciones reales a problemas reales.

Días atrás, el propio Inegi reportó que en el primer trimestre de 2009 la tasa oficial de desempleo abierto promedió 5.1 por ciento de la PEA. Para dar una idea de lo que se trata, vale un comparativo: en igual periodo, pero de 1995 (el año de la gran crisis, la cual, todo indica, quedará corta frente a la que ahora se vive), ese mismo indicador oficial de desocupación fue de 5.2 por ciento,una cota sin duda muy elevada, pero no tanto como las que se reportaron en el segundo (6.5 por ciento) y tercer (7.4 por ciento) trimestres de ese mismo año, de tal suerte que el embate de la sacudida actual en lo que a destrucción de empleo se refiere lejos de menguar, va por más, sin que el apanicado gobierno de la continuidad se dé por enterado.

En efecto, la crisis económica se agudiza y los indicadores de desocupación correspondientes al cierre del presente mes, mayo, rozarán, sino es que superarán con creces, los de abril, porque más allá de la propia dinámica destructora de fuentes de trabajo que muestra la sacudida, el impacto laboral de la emergencia sanitaria se ha dado a plenitud en el quinto mes de 2009, especialmente en los sectores turístico y comercial. Aún así, ya escucharemos al inquilino de Los Pinos repetir aquello de mientas en el resto del mundo se sigue observando una pérdida neta de puestos de trabajo...

Por si lo anterior fuera poco, el Banco Mundial también ofrece su versión: como resultado de la crisis económica que impera a nivel mundial, habrá un aumento en los índices de desocupación e incrementará el empleo informal en México... (aún) no conoce a profundidad las repercusiones que tendrá esta crisis, pero el desempleo será uno de los indicadores que se verán afectados de manera trascendental, sobre todo en el rubro turístico, lo cual mermará el poder adquisitivo de muchas familias... (por la misma circunstancia, en 2009) México ha utilizado 3 mil 600 millones de dólares (MD) de los 5 mil que el BM puso a su disposición para el presente año (de tal suerte que) la deuda de esta nación con el Banco podría aumentar entre 10 mil y 11 mil millones de dólares para 2010 (Axel Van Trotsenburg, director del Banco Mundial para México y Colombia, quien de plano olvidó que en campaña Felipe Calderón criticó agriamente a los gobiernos que se endeudaban, porque eran un peligro para México).

Las rebanadas del pastel

Como bien reconoció el ex presidente Miguel de la Madrid –antes de la fecunda irrupción del geriatra Salinas de Gortari y operadores que lo acompañan–, que todo inquilino de Los Pinos aplica una buena dosis de cinismo, pero a éstos ya se les pasó la mano.

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