martes, junio 23, 2009

La verdad sobre las encuestas en Irán

Junio 22, 2009 - 18:33 (em)

La fanfarria mediática desatada contra Irán en todo el planeta revela que EEUU y sus aliados adoptaron para el futuro la política de desconocer los resultados de las elecciones democráticas cuando les resultan desfavorables porque no les agrada el candidato triunfador

Por: Ernesto Carmona/Argenpress

Las grandes potencias y la gran prensa mundial supieron anticipadamente que las elecciones en Irán serían ganadas por el presidente Mahmud Ahmadineyad, según los resultados de una encuesta telefónica realizada "en terreno", en todas las provincias del país, entre el 11 y el 20 de mayo.

Las preguntas fueron hechas en lengua persa y "desde un país extranjero", o sea, Iraq, por una compañía encuestadora estadounidense "cuyo trabajo en la región para ABC News y la BBC ha recibido un Premio Emmy". La encuesta fue financiada por la Rockefeller Brothers Fund (Fundación Hermanos Rockefeller).

Todo esto se publicó en el Washington Post del 15 de junio, pero no hubo repercusión alguna en la prensa mundial. Evidentemente, Estados Unidos y sus aliados conocieron mucho antes la tendencia del electorado, decidieron cuestionar el resultado electoral y fraguaron con tiempo la "revolución de colores" y las manifestaciones de los partidarios del candidato perdedor, Mir Hossein Mousavi, cuyos adherentes eligieron el color verde y exhiben cuidadosos letreros en inglés, hechos especialmente para la televisión extranjera, diciendo "Where is my vote?" (¿Dónde está mi voto?) en un país que no habla la lengua de Shakespeare, sino el idioma persa, llamado también farsi.

La fanfarria mediática desatada contra Irán en todo el planeta revela que EEUU y sus aliados adoptaron para el futuro la política de desconocer los resultados de las elecciones democráticas cuando les resultan desfavorables porque no les agrada el candidato triunfador, llámese Ahmadineyad, Hugo Chávez o Evo Morales, sólo para citar algunos pocos líderes indeseables para el imperio. Por este motivo, ofrecemos la traducción de un artículo publicado en el Washinton Post del 15 de junio, firmado por Ken Ballen* y Patrick Doherty**, quienes representan a las dos organizaciones estadounidenses que encargaron la encuesta (Terror Free Tomorrow: The Center for Public Opinión y American Strategy Program de la New America Foundation):

Habló el pueblo de Irán (The Iranian People Speak) (1)

Los resultados de la elección en Irán pueden reflejar la voluntad del pueblo iraní. Muchos expertos están afirmando que el margen de victoria del presidente Mahmud Ahmadineyad sería resultado de fraude o de manipulación, pero nuestra encuesta de opinión pública iraní a escala nacional hecha tres semanas antes de la votación mostró que Ahmadinejad llevaba una ventaja por más de 2 a 1, mayor que su actual margen de victoria aparente en la elección del viernes.

Mientras los informes de noticias occidentales desde Teherán en los días previos a la votación describían un entusiasmo del público iraní con Mir Hossein Mousavi, el principal opositor de Ahmadinejad, nuestro muestreo científico a través de todas las 30 provincias de Irán mostraban que Ahmadinejad seguía a la cabeza.

En Irán son raras las encuestas independientes y no censuradas a escala nacional. Típicamente, allí las encuestas preelectorales son conducidas o supervisadas por el gobierno y son notoriamente poco fiables. Por el contrario, la encuesta emprendida por nuestras organizaciones sin fines de lucro desde el 11 al 20 de mayo fue la tercera de una serie durante los últimos dos años. Conducidas por teléfono desde un país vecino [Iraq], el trabajo en terreno fue realizado en lengua irania [farsi] por una compañía encuestadora cuyo trabajo en la región para ABC News y la BBC ha recibido un Premio Emmy. Nuestra encuesta fue financiada por la Rockefeller Brothers Fund.

La holgura del apoyo a Ahmadinejad era evidente en nuestra encuesta previa a la elección. Durante la campaña, por ejemplo, Mousavi acentuó su identidad como azerbaijano, para atraer a los votantes del segundo mayor grupo étnico en Irán después de los persas. Sin embargo, nuestra encuesta indicaba que los azerbaijanos favorecían a Ahmadinejad por 2 a 1 sobre Mousavi.

Muchos comentarios han retratado a la juventud iraní y a la Internet como heraldos del cambio en esta elección. Pero nuestra encuesta encontró incluso que solamente un tercio de los iraníes tiene acceso a Internet, mientras que la franja de 18 a 24 años conformó el bloque de votación más fuerte para Ahmadinejad entre todos los grupos etarios.

El único grupo demográfico que nuestra encuesta encontró partidario de Mousavi, o equiparado con Ahmadinejad, fueron los estudiantes universitarios y graduados, y los iraníes de ingresos elevados. Cuando nuestra encuesta fue levantada, casi un tercio de los iraníes todavía seguía indeciso. Con todo, la distribución básica que entonces encontramos refleja los resultados reportados por las autoridades iraníes, indicando la posibilidad de que la votación no fue producto de un fraude masivo.

Algunos pudieron argumentar que nuestro hallazgo del apoyo declarado por Ahmadinejad simplemente reflejó la renuencia de encuestados temerosos de proporcionar respuestas honestas a los encuestadores. Empero, la integridad de nuestros resultados fue confirmada por las respuestas políticamente riesgosas que los iraníes estuvieron dispuestos a entregar ante las preguntas de los encuestadores. Por ejemplo, casi cuatro de cinco iraníes - incluyendo a la mayoría de los partidarios de Ahmadinejad - dijeron que deseaban cambiar el sistema político para obtener el derecho a elegir al líder supremo de Irán, quien actualmente no surge del voto popular. Igualmente, los iraníes señalaron a las elecciones libres y a una prensa independiente como sus prioridades más importantes para el gobierno, atadas virtualmente con una mejoría de la economía nacional. Difícilmente, éstas fueron respuestas "políticamente correctas" para expresarse públicamente en una sociedad en gran parte autoritaria.

De hecho, y consistentemente, en nuestras tres nuestras encuestas de los últimos dos años, más del 70 por ciento de los iraníes también se manifestó en favor de proporcionar acceso completo a los inspectores de armas y a una garantía de que Irán no desarrollará ni poseerá armas nucleares, a cambio de ayuda e inversión extranjera. Y el 77 por ciento de los iraníes favoreció las relaciones normales y el comercio con Estados Unidos, como otros resultados constantes en nuestras encuestas anteriores.

Los iraníes ven su apoyo a un sistema más democrático, con relaciones normales con EEUU, como coherente con su respaldo a Ahmadinejad. No desean que continúe sus políticas de línea dura. Mejor dicho, al parecer los iraníes ven a Ahmadinejad como su negociador más duro, la persona mejor posicionada para traer a casa un trato favorable, casi como un "Nixon persa" yendo a China.

Los alegatos de fraude y de manipulación electoral servirán para aislar más aún a Irán y probablemente hagan aumentar su beligerancia e intransigencia contra el mundo exterior. Los países, como EEUU, que arribaron a la conclusión de que las elecciones presidenciales iraníes fueron fraudulentas, con las graves consecuencias que tales cargos podrían traer, debieron considerar antes toda la información independiente. El hecho simplemente puede ser que la reelección del presidente Ahmadinejad fue lo que quiso el pueblo iraní.

*Ken Ballen es presidente de Terror Free Tomorrow: The Center for Public Opinion (Libres de terror mañana: Centro para la Opinión Pública), instituto sin fines de lucro que investiga actitudes hacia el extremismo.
**Patrick Doherty es vice director de American Strategy Program at the New America Foundation (Programa de Estrategia Estadounidense de la Fundación Nueva América. El grupo de encuestas de votación del 11-20 de mayo consistió en 1.001 entrevistas a través de Irán , con un margen de error de 3,1 por ciento.

Notas:
1) The Iranian People Speak: http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2009/06/14/AR2009061401757.html

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