domingo, septiembre 06, 2009

“Calderolandia” existe

Francisco Rodríguez

HAY QUIENES DICEN que hace buen rato “¡ya lo perdimos!”. El señor Felipe Calderón está instalado en una realidad que él mismo –con la “invaluable” ayuda de quienes están más próximos a su cerrado entorno— ha construido para evadirse.
Para él, los peores tres años de la reciente historia mexicana no existieron. Cree que durante los mismos recibió una suerte de curso propedéutico para ocupar un cargo para el que evidentemente no estaba preparado, y en tal virtud siente que hasta ahora está tomando posesión de la Presidencia de la República que hace justo tres años le entregara el fallo del Tribunal Electoral.
Lo peor es que sus paniaguados y panegiristas le refuerzan esa otra “realidad”: ¡Qué bárbaro! ¡Qué discursazo! ¡El mejor del sexenio! ¡Ahora sí…!
Empero, los saldos de los peores tres años están aquí: Quince mil muertos producto de una “guerra” carente de inteligencia y estrategia… desplome de la economía por la soberbia y la incapacidad de quien desde Los Pinos impone “sabiduría” y criterios… quiebra de las finanzas públicas por el despilfarro, los “guardaditos” electorales y aún debido al subejercicio de partidas presupuestales… polarización social atizada, como en 2006, so pretexto de las recientes campañas electorales… y su propia y creciente debilidad política.
Las alianzas que, contra la efectividad del sufragio, lo llevaron a ocupar Los Pinos están hoy rotas por su incapacidad. Empresarios extranjeros y nacionales vuelven a sacar sus dólares del país y obligan a Hacienda a revigorizar sus convenios con países extranjeros para que desde ultramar le digan dónde es que los cresos tienen a mejor resguardo sus recursos… la Iglesia Católica mexicana lo critica y abandona, ante las crecientes versiones de su conversión al cristianismo debido a la constante presencia de personeros del preacher Billy Graham –quien ayudó a George W. Bush a controlar sus problemas de adicciones— en Los Pinos… los consorcios de comunicación masiva le retiran la confianza y prefieren constituir su “tele-bancada”, en aras de “flotar sin vejigas” y sacar ellos mismos adelante sus agendas… y así.
La “realidad” de Calderón, así y todo, es “Calderolandia”.

EN LA REPÚBLICA del spot Calderón cogobierna al lado del mexiquense Enrique Peña.
Pero hay diferencias. Hay clases. Los “infomerciales” del ocupante de Los Pinos están fuera de la realidad. Y es que Calderón se adjudica la construcción de obras que no son propias, bien porque se han erigido o aún construyen con recursos de la iniciativa privada, bien porque los recursos aplicados a las mismas son inversiones de origen local.
Marcelo Ebrard, gobernante perredista de la capital nacional ha precisado ya que la línea 12 del cuarentón Metro es una obra del Distrito Federal. Igual podría saltar José Andrés de Oteyza para clarificar que el tramo carretero Amozoc-Perote es una inversión de la empresa Obregón-Huarte-Laína (OHL) a la que aquí representa el ex funcionario lópezportillista. O Carlos Slim informar con exactitud que el Arco Norte –que une a las autopistas que llevan a Querétaro, Pachuca y Puebla— es construida por su empresa IDEAL. Y, entre otros, Fidel Herrera Beltrán para aclarar que, tanto el Periférico de Veracruz como el tramo Perote-Xalapa apenas tienen una aportación federal de menos del 20 por ciento de lo invertido.
En su realidad paralela Calderón cree que las obras son de su Administración, sólo porque lo invitaron a poner una primera piedra o a cortar un listón de inauguración.
El curso propedéutico, pues, donde el ocupante de Los Pinos no aprueba en materia de ejercicio presupuestal, pues la SCT ahora encomendada al “leal” Juan Molinar Horcasitas es campeona en el no uso de los recursos que la Cámara de Diputados le ordenó invertir y gastar.

ESTE PLAGIO PERPETRADO desde Los Pinos tendrá consecuencias. Porque ahora que Calderón dio discursivas muestras –al menos— de que, ahora sí, de veritas, ya quiere asumir el encargo al que lo encumbraron los poderes fácticos y que le dio el Tribunal Electoral, su circunstancia es más que adversa.
Ha delineado un decálogo de buenas intenciones que, para concretarse, deberán contar no sólo con el apoyo de un Congreso que no le es adicto, pues en la Cámara de Diputados el mayor peso lo tiene el PRI –partido al que exorcizó con un “Dios quiera que no regrese a Los Pinos”, y al que golpeó cual en 2006 lo hiciera con AMLO—, y en el Senado la figura que pesa es Manlio Fabio Beltrones, pues conjunta a tricolores y a “Los Chuchos”, también requiere Calderón del apoyo de los gobernadores (19 del Revolucionario Institucional) que, como nunca, son amos y señores de sus bancadas y otras anexas, aún de partidos que no les son propios.
¿Robándoles la autoría de las obras, cual ejemplo, conseguirá ya no alinearlos, cuando menos su consenso?

“CALDEROLANDIA” EXISTE A fe mía. Una nube rosa en la que flotan el señor Calderón y sus más próximos. Nube rosa que, por supuesto, está por encima de la oscura realidad que viven más de 100 millones de mexicanos, ahora colocados en el cabús mundial de la economía, la salud, la educación… y lo que se acumule en la semana que hoy empieza.
Nada cambia, pese a que el cambio haya sido el eje sobre el que se movió el discurso del día 2 en Palacio Nacional. Nada cambiará, si Calderón no es quien cambia.
Y no cambia. Es excluyente, como lo era antes del discurso del miércoles. Su media spree –desenfrenada serie de entrevistas en radio y TV— del jueves ni siquiera hizo escalas o saludos de paso en espacios informativos plurales o críticos. Sólo intercambió elogios con quienes, por convencimiento personal o interés empresarial, no cuestionarían ni las formas. El porqué relegó la pluralidad del Congreso y optó por la comodidad de brindar un mensaje a un auditorio unánime, por ejemplo.
Son las formas, que don Jesús Reyes Heroles –el verdadero— decía son el fondo de toda cuestión.
Una quimera. Una utopía. ¿Es lo que espera al país los próximos tres años?
Esperar que, como por arte de magia, se cumplan los buenos deseos discursivos de quien, ahora sí, de veritas, ya quiere tomar posesión de un cargo ganado en un tribunal…
¿Acabó el propedéutico?
¿O aún es mucho lo que tiene que aprender de otros políticos que, en sus tres años de ausencia –los peores que hemos vivido los mexicanos—, han llenado los enormes huecos para su beneficio personal?
El destino de “Calderolandia” es ya el mismo de “Foxilandia”.
Desaparecerá en un ¡puaf!

Índice Flamígero: Las pugnas al seno del llamado sector energético están a peso. Kristina Kessel le pega a Jesús Reyes Heroles GGG. Reyes Heroles GGG despide a Rosendo Villarreal –panista de pura cepa y… nada más— del segundo cargo jerárquico en Pemex. Y hay barruntos de tormenta en la CFE, prácticamente escriturada a Alfredo Elías Ayub, donde se podría armar un escándalo a raíz de un premio recién recibido. + + + Todo indica que en los “cambios” de gabinete largamente anunciados habrá más de lo mismo. Y es que, cuentan, ahora aparece en el tope de la lista el nombre del notario Miguel Alessio Robles, como sucesor en la PGR de Eduardo Medina Mora. Más de lo mismo. Es egresado de la Escuela Libre de Derecho, está dentro del llamado “círculo íntimo” de Los Pinos y, como en la canción, es amigo noble y “leal”. + + + A su desprestigio, el Tribunal Electoral suma ahora otro escándalo. Maricarmen Alanís, su actual presidenta y amiga de Margarita Zavala Gómez del Campo, está envuelta en otro escándalo inmobiliario. Compra de edificio a precio inflado. Sello de la fallida Administración actual.

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