martes, octubre 27, 2009

El descaro

EU dispondrá de 46 mdd para mejorar la infraestructura de base militar colombiana

Periódico La Jornada
Martes 27 de octubre de 2009, p. 21
Washington, 26 de octubre. Estados Unidos dispondrá de 46 millones de dólares para mejorar la infraestructura de la base de Palanquero, en Colombia, de acuerdo con el presupuesto del Departamento de Defensa aprobado por el Congreso.

El monto forma parte del gasto que Washington tiene previsto para financiar actividades contra el tráfico de drogas y movimientos insurgentes, y asigna fondos específicos para construcciones militares en el extranjero.

Siguen empeñados en colonizar al mundo abiertamente.

Los legisladores estadunidenses aprobaron el jueves pasado un presupuesto total para el Departamento de Defensa de 680 mil millones de dólares, que debe ser sancionado por el presidente Barack Obama.

Cuando un país requiere de esa cantidad para defenderse algo muy malo debe estar haciendo.

Una vez aprobado, el Pentágono tendrá que esperar a que su titular, Robert Gates, certifique que se ha llegado a un acuerdo con el gobierno de Colombia que garantice el acceso y uso de sus infraestructuras en la base aérea.

¡Qué descaro! ¿Llegar a un "acuerdo"? Pero sí Washington lo único que tiene que hacer es ordenar para que Colombia obedezca.

El presupuesto aclara que el acuerdo no suministra ni autoriza el establecimiento de una instalación militar o base de Estados Unidos para el estacionamiento permanente de fuerzas armadas estadunidenses en Colombia.

¿"Autoriza"? ¿A quién le pide Estados Unidos "autorización"? Ciertamente no a Colombia.

Washington y Bogotá, que han tenido acuerdos de cooperación antidrogas durante varios lustros, acordaron el Plan Colombia en 2000, lo que ha representado un gasto de cientos de millones de dólares anuales para combatir a la insurgencia y a traficantes de drogas.

Varios lustros durante los cuales su "combate" a los traficantes de drogas lo único que ha hecho es incrementar el número de éstos. De hecho Colombia duplicó producción de drogas desde que coopera con EEUU. Pero no es un dinero mal invertido, si en eso no son nada tontos, a cambio tienen en sus bancos un chingo de lana del narcotráfico y además han recibido un país entero.

En agosto, los dos gobiernos pactaron la ampliación de actividades militares estadunidenses a siete bases colombianas, incluida Palanquero, lo que desató el rechazo de gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador, principalmente, así como de Brasil, Argentina y Uruguay.

El ministro colombiano de Defensa, Gabriel Silva, se reunió hoy con Gates en Washington para hablar de acciones contra el narcotráfico, la contrainsurgencia y asuntos de la mayor relevancia para la agenda de seguridad regional.

¿Será de acciones contra el narcotráfico, bla, bla, bla, o de acciones contra Venezuela?

La semana pasada, la prensa colombiana informó que los magistrados del Consejo de Estado –responsable de verificar los acuerdos internacionales– recomendaron al presidente Álvaro Uribe que someta a aprobación del Congreso el contenido del nuevo pacto con Washington. Sin embargo, el canciller Jaime Bermúdez afirmó hoy que se cumplieron todos los requisitos y no hay necesidad de llevarlo al Poder Legislativo.

Pues claro que no hay que llevarlo al Poder Legislativo, si en Colombia se hace lo que Washinton dice, ahí ya no hay poderes que valgan, eso mismo va a pasar con México si los mexicanos no se ponen las pilas, bueno, qué más da, de todas formas ya lo están haciendo por debajo del agua.

En tanto, el hallazgo de ocho colombianos muertos en territorio venezolano, el sábado pasado, reactivó tensiones entre Bogotá y Caracas. Uribe llamó a su par venezolano Hugo Chávez a superar diferencias y buscar una coordinación para proteger la vida de los ciudadanos de los dos países en la zona fronteriza; las autoridades colombianas denunciaron además que Venezuela no autorizó el aterrizaje de un avión en el que se pretendían repatriar los cadáveres.

¿"La vida de los ciudadanos"? Cómo si a Uribe le importara la vida de los ciudadanos. Otro descaro: sabe perfectamente que esos jóvenes eran pandillas de paramilitares conocidas y temidas en el área fronteriza. Son criminales despiadados, capaces de cometer cualquier acto sanguinario y bárbaro, porque se han desarrollado en la impunidad que les otorgan el gobierno de Álvaro Uribe, la familia Santos y el ejército de Colombia. Parte de su plan con el imperio para meterse en Venezuela.

Todo es un descaro.

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