miércoles, octubre 07, 2009

Insólito: un partido que pide ser criticado

Escrutinio
Por Juan José Morales

No es usual que un partido político acepte de buen grado que se le critique. Mucho menos que estimule y fomente las críticas. Y menos aún que invite a personas ajenas a él para que en un acto público, abierto a la prensa y a todo aquel que quiera asistir, juzguen al partido de manera franca y abierta, sin restricciones ni condicionantes, lo critiquen, le señalen sus errores, deficiencias, equivocaciones y defectos, y le sugieran la manera de corregirlos y los rumbos que debe seguir.

Sin embargo, el Partido de la Revolución Democrática ha estado haciendo tal cosa en reuniones celebradas en las principales ciudades a todo lo largo y ancho del país. Desde luego, a tales foros de cuestionamiento y crítica no se invitó a los enemigos del PRD, pues —obviamente— actuarían con dolo y mala fe, sino a periodistas, analistas políticos, catedráticos, investigadores, líderes sindicales, dirigentes sociales y otras personas conocidas por sus conocimientos, experiencia, imparcialidad y objetividad.
Y, ciertamente, el PRD requiere de esa crítica externa. Como se hizo notar en uno de los foros, en sus escasos 17 años de vida esa organización pudo no sólo ubicarse entre las tres principales fuerzas políticas del país, sino que estuvo a punto de llegar a la presidencia de la República. (Incluso, podría decirse que la ganó limpiamente, pero fue despojado de su triunfo por las consabidas triquiñuelas de los mapaches electorales.) Sin embargo, no pudo mantener la gran fortaleza que había alcanzado y en los últimos comicios sufrió un grave retroceso en cuanto a su caudal de votos y al número de legisladores que poseía en el Congreso de la Unión.
Lo que el partido busca con estos foros, es —por así decir— someterse a una evaluación externa por parte de representantes calificados de la sociedad, de esa sociedad con la cual necesita no sólo mantenerse en estrecho contacto sino imbricarse si quiere ser el partido —o uno de los partidos— que canalice las aspiraciones y demandas de los sectores sociales más amplios y defienda los intereses nacionales en estos tiempos de una globalización que implica el riesgo de caer en la subordinación política, la dependencia económica y el neocolonialismo.
No vamos a entrar en detalles sobre lo que se ha dicho en esos foros. En otras ocasiones comentaremos en particular varios temas importantes. Pero por lo pronto se puede señalar algunas cuestiones que se pusieron de manifiesto. Por ejemplo, la falta —en casi todo el país— de una verdadera estructura partidaria. Aún en lugares donde el PRD tiene o parece tener un gran peso político, como es el caso de Cancún —cuya presidencia municipal fue formalmente ganada por el partido— prácticamente no tiene organizaciones de base, y sus regidores no siguen una línea definida ni mantienen una adecuada disciplina de partido.
Se ha criticado también la política de candidatos externos, que en la mayor parte de los casos ha resultado un fracaso por cuanto esos candidatos no tienen verdaderos compromisos ideológicos y programáticos con el PRD sino simplemente lo utilizan como escalón para llegar al poder, y una vez en él actúan en función de sus intereses personales. Incluso, como ocurrió en las recientes elecciones para gobernador de Campeche, no ha faltado candidato externo que traicione al partido y se pase al bando contrario antes del día de la votación.
En los foros se recalcó que para superar esas y otras fallas, se necesita urgentemente desarrollar una estrategia adecuada y crear una sólida y bien organizada estructura, con militantes convencidos, con una buena formación ideológica, bien preparados y capaces de resistir la tentación de los sobornos. De esa militancia podrán salir candidatos propios, seguros y confiables.
En fin, creo que el PRD actuó atinadamente al convocar a estos foros de análisis y crítica de su actuación para escuchar voces ajenas. Lo que en ellos se ha venido diciendo puede ser la base para la refundación de ese partido que en cierto sentido ha sido víctima de su propio éxito en cuanto a que, al crecer su votación tan rápidamente en tan corto tiempo, se convirtió en apetecible presa de oportunistas.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx

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