lunes, febrero 15, 2010

En un trimestre, gobierno federal engulle 64 mil MDD en “prestaciones”

La administración de Felipe Calderón gastó más de 64 mil millones de pesos en “prestaciones” de los servidores públicos durante el último trimestre de 2009. Tan sólo la “gratificación de fin de año” de toda la burocracia implicó 20 mil millones de pesos. De las entidades públicas, la Comisión Federal de Electricidad fue la que más presupuesto ejerció, al sumar más de 10 mil millones de pesos. El año pasado, la Auditoría Superior de la Federación advirtió que diversas gratificaciones son manejadas de manera opaca y discrecional

Son 214 dependencias gubernamentales las que, cada trimestre, gastan del erario más de 64 mil millones de pesos en el pago de prestaciones. El aguinaldo o la gratificación de fin de año encabezó la lista a finales de 2009, con más de 20 mil millones de pesos; el concepto “otras prestaciones” ocupó el segundo sitio con casi 13 mil millones de pesos, y las “previsiones y aportaciones para los sistemas de educación básica, normal, tecnología y de adultos” significaron un egreso mayor a los 4 mil millones de pesos cada periodo.
El documento Informes sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública, elaborado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Pública (SHCP) al cuarto trimestre de 2009, revela que la Comisión Federal de Energía (CFE) fue la que más recursos destinó a sus funcionarios: 10 mil 621 millones 349 mil 263 pesos.
La CFE, que controla desde el 11 de octubre pasado el suministro de energía eléctrica en el país –con la extinción de la compañía Luz y Fuerza del Centro–, ocupa el 16.53 por ciento del total del gasto del gobierno federal: 64 mil 245 millones 152 mil 31 pesos.
Petróleos Mexicanos (Pemex) –la paraestatal más importante del país– entregó a la SHCP diversos informes de sus egresos y de sus subsidiarias. Sólo el monto identificado como “consolidado” muestra que la petrolera gastó 7 mil 660 millones 65 mil 324 pesos por cinco beneficios: aguinaldo, estímulos por productividad, prima de vacaciones, Sistema de Ahorro para el Retiro y “otras prestaciones”.
Esta última figura –que no especifica claramente el destino de los recursos públicos– es ocupada por 182 dependencias: secretarías de Estado, entidades paraestatales y organismos descentralizados. De octubre a diciembre del año pasado, significó un desembolso de 12 mil 875 millones 730 mil 524 pesos. El “consolidado” de Pemex indica que fue la paraestatal que más recursos justificó bajo ese título, por 3 mil 261 millones 634 mil 137 pesos.
La Secretaría de Educación Pública, bajo el mandato de Alonso José Ricardo Lujambio Irazábal, asignó al rubro de prestaciones 4 mil 777 millones 858 mil 189 pesos. Las gratificaciones se desahogaron a través de 36 rubros, de los que se asignaron 1 mil 198 millones 48 mil 497 pesos que fueron entregados bajo el concepto de estímulo por antigüedad.
La opacidad
El informe Áreas de opacidad y riesgo. Oportunidades de mejora, de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), cuestiona la manera de asignar las remuneraciones de los servidores públicos que se allegan de recursos bajo diversos conceptos como: sueldo, sobresueldo, compensaciones, bonos y ayudas diversas, consistentes en vales de despensa, gasolina, despensas navideñas, comida de fin de año, exenciones fiscales y otro tipo de prestaciones complementarias de carácter especial.



Y es que dice el máximo órgano de fiscalización que la “existencia de regímenes distintos, y en algunos casos de excepción en los poderes de la Unión y en los órganos constitucionalmente autónomos, complica, confunde y refleja una alta opacidad y un exceso de discrecionalidad en materia de remuneraciones, debido a la falta de criterios universales que sean aceptados y observados en toda la administración pública”.
Según el desglose de prestaciones que tienen los funcionarios de las 214 dependencias gubernamentales, son 92 conceptos en los que se distribuyen los beneficios a los empleados de la administración pública federal.
Del pago de aguinaldo, por 20 mil 326 millones 272 mil 525 pesos, siguen las “otras prestaciones”, con 12 mil 875 millones 730 mil 524 pesos; luego, las “previsiones y aportaciones para los sistemas de educación básica, normal, tecnología y de adultos”, por 4 mil 362 millones 477 mil 773 pesos.
Las “prestaciones de retiro” sumaron 4 mil 235 millones 192 mil 313 pesos; en tanto que la “prima de vacaciones y dominical” significó un gasto de 2 mil 723 millones 608 mil 642 pesos, y los “estímulos por antigüedad” representaron un egreso de 2 mil 377 millones 732 mil 75 pesos.
El diagnóstico, elaborado por Arturo González de Aragón al final de su gestión al frente de la ASF, precisa que entre los rubros vinculados con las percepciones de los servidores públicos que han sido afectados por una asignación arbitraria, se encuentran las jubilaciones y pensiones.
De éstas, el máximo órgano de fiscalización del país determinó que “en muchas ocasiones se han otorgado sin cumplir los requisitos y la antigüedad correspondiente, así como a los regímenes de liquidación al finalizar el encargo de los servidores públicos, mediante los cuales se otorgan recursos desproporcionados en relación con lo establecido en la ley”.
Las prestaciones
Los incentivos de los servidores públicos son distribuidos, también, bajo el título de apoyo, beca, compensación, estímulo, premio, subsidio, seguro, entre otros. Con estos rubros se cubren gastos funerarios, anteojos, juguetes, despensas, transporte, canastas navideñas y subsidios por “costos de vida cara”.
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