sábado, febrero 13, 2010

¿Y la refinería?

Manú Dornbierer

Salvo noticias como la renuncia del secretario de Gobernación Gómez Mont al PAN de César Nava u otra catástrofe mundial, los titulares de los periódicos siguen perteneciendo a la macabra guerra de Calderón que cada día se torna más sangrienta, aterradora e injusta para la población mexicana a la que presuntamente protege del mal. La “equivocación” que produjo la masacre de chavos inocentes en la adolorida Chihuahua es per se una prueba irrebatible contra el gobierno y apoya el clamor que cada día cunde más: ¡Que se vaya Calderón! Pero no se va a ir porque está donde está por el apoyo innegable de USA. Amén del de los medios mexicanos controlados por el gobierno. Sólo los gringos felicitan a Calderón cuando cosecha narcos y se los manda. Ya ni la extrema derecha nacional, tan afecta al odio y a la sangre, lo aplaude públicamente.
No, querido Raúl Martell, no es tan fácil que se vaya. Lo “Que le han hecho a mí país” se extiende ultrafronteras. Eso es lo terrible. Calderón no se puede ir, aunque muchos millones de mexicanos lo deseemos y pretendamos exigirlo, porque antes tiene que cumplir lo que manden más allá y más arriba de los arrepentidos empresarios y demás suscriptores nacionales que lo metieron con calzador a Los Pinos. Quizás por eso bebe tanto. Ya no es El Peje el que lo tiene frito. Son los mismos que comandaron la guerra a través del “Plan México” o “Irak mexicano”, en marzo de 2007 en Mérida, a saber el clan Bush. No sólo Calderón le obedece, también el encantador hello, hello! Obama, por lo menos en asuntos internacionales (Afganistán, Guantánamo, terremoto de Haití, elección de hiperderecha en Chile, etc). Calderón tiene que terminar, que concretar a plenitud y a la luz del sol la entrega del petróleo por el que claman desde 1938. Hay que recordar que el PAN se creó en 1939, quizás por otras razones, pero principalmente para echar p’atrás la nacionalización del petróleo del presidente Lázaro Cárdenas.
Pero tú sigue siendo parte del millón de firmas por la renuncia de Calderón, Raúl Martell, politólogo -cantautor del pueblo, poeta que crea conciencia. ¿Qué importa que te ataque lo que Fernández de Cevallos llama por lo visto con justo desprecio El Viejerío panista, que te acusa de “lucrar” con tu trabajo? Sigue dando voz a la gente: Que renuncie Calderón, yo soy parte del millón/ Yo soy parte del millón, que se vaya Calderón/ Afuera el usurpador, que renuncie Calderón..../ El pueblo pone, el pueblo quita/ A respetar la Constitución, el 39 lo dice claro/ Es un derecho de la nación/ Inaguantable la situación grita mi pueblo la solución..../ Lo dicen los del SME, yo soy parte del millón/ Los papás de la ABC/ que renuncie Calderón/ Los impuestos aumentó, yo soy parte del millón/ Los hogares enlutó, que renuncie Calderón.
La recompensa del cariño popular hacia ti va en aumento, pero ojalá te vuelvas millonario con tus canciones, ya que tu trabajo creativo y concientizante merece una gran remuneración económica pues es más útil al país que el de miles de funcionarios de todos los niveles que no sólo lucran sino que nos roban y nos explotan y a los que les pagamos sueldazos que sobrepasan en mucho lo que un mexicano normal gana a veces en toda la vida… si es que tiene la suerte de contar con empleo. A ver si nos haces una canción sobre el petróleo ya que la gente entiende mejor las cosas cantadas. Verás…

NO HAY DINERO PARA LA REFINERÍA.
Hace un año, el 11 de febrero de 2009, José Manuel Martínez escribió:
“Ciudad de México (CNNExpansión.com) —Petróleos Mexicanos (Pemex) anunció este martes que la nueva refinería será construida en Tula, Hidalgo, la cual tendrá una inversión de 9,023 millones de dólares. “Tula es la alternativa de mayor rentabilidad (…), aseguró el director de Pemex (entonces), Jesús Reyes Heroles, en conferencia de prensa. El anuncio del gobierno puso fin a más de un año de especulaciones sobre la ubicación de este proyecto energético. Reyes Heroles señaló que para tomar la decisión se evaluaron las implicaciones para el país en el mediano y largo plazo, así como los proyectos que se construirán alrededor de la refinería, como son oleoductos, poliductos y plantas industriales. “En opinión de Pemex el mejor portafolio de los proyectos en cuestión es construir en Tula nueva capacidad basada en aprovechamiento de residuales y reconfigurar la refinería de Salamanca”. El funcionario detalló que ya deberá construirse un tren de refinación y se destinarán 3,076 millones de dólares para reconfigurar la refinería que ya existe en Salamanca, Guanajuato. (…) La construcción del proyecto, según las autoridades, tardará unos 6 años, pero la nueva refinería procesaría 300,000 barriles de crudo por día.
“Razones: La principal razón para haber seleccionado Hidalgo y Guanajuato como sede de la nueva refinería y la ampliación de las ya existentes es que la zona Centro-Occidente del país consume 60% de la demanda de destilados del país y tiene un déficit de suministro de 57%. Adicionalmente el costo de transporte de los productores a los centros de consumo. Procesos: A partir de ahora Pemex iniciará los estudios y proyectos técnicos en la sede seleccionada (…) La inversión total del proyecto se estima en 9,023 mdd, de la cual 8,171 mdd corresponden a la inversión en la refinería y 852 mdd a infraestructura de logística como oleoducto y poliductos. La obra será financiada con recursos de Pemex y probables emisiones de deuda, mientras que los gobiernos de Hidalgo y Guanajuato donarán los terrenos y diversa infraestructura aledaña a los proyectos. Beneficios: México requiere aumentar su capacidad de refinación en 600,000 barriles diarios, la nueva refinería pretende aumentarla en 300,000. Con esta capacidad se reducirían las importaciones a 15% de la demanda de gasolinas y exportar 10% de la producción de diesel y turbosina, cuando entre en operación la nueva planta”.
Estas declaraciones se dieron para poner fin a la rebelde inquietud y a los debates que causó el Foro del Petróleo que puso al gobierno en la picota, gracias a que públicamente debatieron sobre el gran tema los más picudos especialistas de la nación. Ah, pero no invitaron al ingeniero Jorge Díaz Serrano, director estelar de Pemex que fungió como tal de 1977 a 1981 y que hizo de México el 4º productor mundial (lo encontró en el 18º) y que como premio fue enviado 5 años a prisión por el trío George Bush, el viejo, Salinas de Gortari y Miguel de la Madrid. Foro o no Foro, Calderón había tenido que aguantar la presión con su amigo Juan Camilo Mouriño, ocupado en defender los “intereses petroleros españoles en México” y… sucedió “el accidente”. Pero evidentemente el pacto anterior con los otros, lejos de desaparecer, se benefició.
La incomprensible carencia de refinerías -ergo de gasolina 100% mexicana en el país- se dio en 1993 cuando Carlos Salinas de Gortari, clausuró la refinería de Atzcapozalco en el DF (93 has) por “la necesidad de espacios verdes en la Capital”. El espacio de dicha refinería quedó abandonado durante 14 años y por fin Fox hizo unos parques. Pero no se construyó otra refinería en ningún otro lugar porque pactó con su amigo George Bush, el viejo, que el crudo mexicano se refinara en su propiedad texana de la Shell, en Deer Park o en otros puntos ajenos, en vez de construir nuevas refinerías en México. Cuestión de negociazo por una parte y por la otra, obvia disminución de la soberanía mexicana.
Y hoy en 2010, aunque Hidalgo ha cumplido y Guanajuato está listo, Pemex no lo está: “Juan José Suárez Coppel (nuevo director de Pemex), anunció durante su comparecencia conjunta con Ernesto Cordero (nuevo director de Hacienda), que será hasta 2014 cuando esté lista la nueva refinería, ya que su elevado costo impide que sea construida antes. El director de Petróleos Mexicanos se justificó con cifras por el retraso en la construcción de la refinería y aunque aclaró que aún no podía anticipar nada, sí anticipó que la infraestructura destinada a Tula no estará lista como se tenía previsto”.
Al respecto recibí la siguiente opinión: “Coppel (sobrino de Francisco Gil Díaz, ex de Hacienda y hoy director de Moviestar), está involucrado en cientos de fraudes en Pemex. Este empresario chafa se ha hecho rico robando el dinero de los necesitados en sus tiendas de raya Coppel. Primero que equipare los míseros sueldos de la gran mayoría de los mexicanos con los de los gringos y europeos y luego que haga sus ajustes para que la gasolina llegue a precios internacionales, como dice. Es abominable tanta ineptitud y estupidez de los empresarios del gobierno”. ¿Qué te parece, Raúl Martell? Te dejo aquí otra opinión interesante para la canción: AMLO dijo en 2009 cuando anunciaron la obra: “No habrá refinería, porque la mafia político empresarial gana muy bien importando gasolinas. No se pegará ni un solo ladrillo de la refinería en este sexenio porque todo es una farsa del mal Gobierno Federal.
Dinero para la indispensable refinería hay, pero si no lo encuentran, que le pidan los inmensos excedentes petroleros a Vicente Fox. Si no se los gastó totalmente en sus loqueras, por ahí los debe tener literalmente congelados en este crudo invierno en Suiza o en el muy nevado noreste de USA. Lo que no existe en Calderón es la voluntad de hacer que México sea de nuevo un país petrolero completo, con la capacidad necesaria de refinación, dueño absoluto de su oro negro. Un país soberano. Lo contrataron para la recolonización, para entregar Pemex completito, aunque nos deje en la calle como el por fin acusado Menem a la Argentina. Su misión neoliberal consiste en cumplirle al viejo el Tío Sam Bush & mafia. Sólo el pueblo puede salvar al pueblo, dice precisamente AMLO y estamos de acuerdo. Pero sólo el pueblo estadunidense puede salvar al mundo de los demons made in USA. Así que, HELP! Chomsky, Stiglitz, Petras, Palast, y demás gringos buenos.

Satiricosas @gmail.com.

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