viernes, abril 23, 2010

La lucha de Cuba, grande, permanente y siempre difícil

Barómetro Internacional

Desde Chile

José Miguel Carrera

Los revolucionarios cubanos han logrado transformar la sociedad de su país en este último medio siglo. Aseguraron para todos los habitantes de la isla el nacimiento sano de las nuevas generaciones. Se alimentan y visten, tienen un alto nivel de estudios y casas donde vivir. Son personas alegres hasta en las más difíciles condiciones.

Hicieron algo que todas las élites de América Latina solo pregonan, la movilidad social. Es decir poder tener oportunidades de ser mejor preparados que su generación anterior, me refiero a sus padres y abuelos. Y ello no tiene que ser producto de la suerte, ganarse un premio millonario, ni dejar de ser gentes sencillas.

En nuestro país, Chile, (no hay que mirar solo la paja en el ojo ajeno) democrático como se dice, sus dueños ahora lo están gobernando directamente. No son más de unas 10 o 20 familias que dominan económicamente el país. Ganan sueldos millonarios que ni los propios chilenos nos podemos imaginar. Han acumulado mucho dinero, lo tienen todo. El chileno promedio quizás no llega a un sueldo mensual de 200.000 pesos. El sueldo mínimo es menor que esa cifra. Chile en el mundo, es uno de los países con mayor diferencia entre los que ganan más y la mayoría que gana menos.

Es verdad que tenemos grandes tiendas y supermercados, algunas impresionantes, con muchas cosas lindas que hacen la vida más agradable. Pero no todos las podemos comprar, a no ser que nos endeudemos. Somos uno de los países más endeudado de Latinoamérica. Usamos muchos las tarjetas de crédito. Los bancos controlan las finanzas de la mayoría de las personas. Si no podemos pagar o nos atrasamos con las deudas, nos permiten democráticamente que las renegociemos, o sea que nos endeudemos más. Si incumplimos la renegociación, nos envían a otras empresas de propiedad de usureros que tienen abogados de los propios bancos que embargan o rematan nuestras pocas pertenecías y lo perdemos todo.

Pero si criticamos esta situación, nos califican de resentidos sociales y si apoyamos a Cuba, somos unos totalitarios.

Los revolucionarios cubanos son odiados en Chile y el mundo, porque tuvieron la osadía de pensar que las riquezas de su país podían ser para todos por igual, y no dependiendo de la cuna o el color de las personas.

Esa revolución es un obra humana y tendrá sus errores, pequeños o grandes. Reconocidos por sus propios dirigentes. Pero la esencia de su principal osadía, es que los revolucionarios cubanos les quitaron la teta que mamaban los grandes empresarios gringos y capitalistas locales. Por eso jamás aceptarán su existencia. A ellos no les importa Cuba, ni la suerte de los cubanos. Les importan los negocios, como generar ganancias. Sienten que en ese espacio de territorio “mercado” que ocupa la isla, por la vía de un mal ejemplo (la revolución) están perdiendo extraordinarias oportunidades económicas. Quisieran que ese país fuera como es nuestro Chile hoy, una sociedad individualista. La del sálvense quien pueda y que no te importen los demás.

En Chile, todos estos años nos metieron el dedo, diciéndonos que éramos los tigres de Sudamérica. Un solo terremoto. Repito, un solo terremoto, derrumbó no solo lo que construyeron mal, (usando el dinero de todos nosotros) si no que destruyó el cuento de país top en el concierto mundial. He leído y corríjanme si es mentira, que en una ciudad del oriente de Cuba son evacuados todos sus miles de habitantes en pocas horas cuando se producen o se anuncian temblores en Haití.

Aquí en Chile, fallaron todos los resguardos preventivos. Con un altísimo costo en vidas que nadie pagará. Fíjense en algunos ejemplos donde funcionó la previsión. Lo que no se destruyó, fueron las minas de cobre y otros minerales, las que deben funcionar por muchos años para sacar toda su riqueza y llevársela pagando una miseria de impuestos. Los supermercados y grandes tiendas tampoco se destruyeron porque están hechos para mantener el negocio en el tiempo.

Muchos edificios y casas que compramos, sí se destruyeron, porque las empresas constructoras después que venden no se sienten responsables. Y la responsabilidad solo podemos exigírselas por ley, pero ellos tienen mucho dinero como para contratar los mejores abogados especialistas en impedir la justicia. En el Chile de hoy, hay familias que tienen que seguir pagando el dividendo por viviendas que destruyó el terremoto, por miedo a los bancos.
Cuba encontrará las fórmulas para salir adelante y mantener sus conquistas, como lo ha hecho siempre.

Recientemente varios diputados y senadores chilenos condenaron a Cuba. Incluyendo a algunos que todavía se autodenominan “socialistas”. Algunos de estos parlamentarios se alimentaron con la comida sencilla de los cubanos, hoy encuentran mejor los restos de caviar que lamen de los ricos, renegando su pasado.

Critican la libertad que nació del propio pueblo cubano. Les gusta mejor la libertad a la chilena, "de, en la medida de lo posible". La que implementaron durante los gobiernos de la Concertación.

Bien por la revolución cubana. Cuando la derecha chilena derrocó al gobierno de Salvador Allende, los cubanos nos dieron refugio y comida sin pedir nada a cambio. Ellos siguen luchando con dignidad contra el bloqueo norteamericano. Nosotros debemos seguir luchando contra el bloqueo desinformativo a que estamos sometidos como pueblo.

Kume Felen, palabras mapuche.

Construyamos un Chile Digno

carrerajosemiguel@gmail.com

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