viernes, abril 09, 2010

Vitral. Los que huyen del país




09 abril 2010
Las casas de migrantes en México y EU han tenido históricamente la función de dar cobijo y acomodo en su tránsito o presencia hacia y en EU. No importa la nacionalidad, lo que importa es que en su largo camino tengan donde parar. Las casas históricamente pasan por todo tipo problema. Por ejemplo, las de Ciudad Hidalgo Chiapas, frontera con Guatemala, cumplen funciones que no pueden cumplir ni el gobierno federal ni el estatal. Si se trata de voluntarismo y declaraciones los gobiernos van mano en cualquier proyecto, pero si vamos a los hechos y a la cotidianeidad las casas de migrantes son las que se comprometen, actúan y resuelven los problemas. Enfrentan a la delincuencia, a una demanda cada vez mayor de espacios y a la corrupción, sólo por mencionar lo obvio.

Viven de lo que puede y como pueden. Chiapas es el mosaico más representativo. Tiene ayuda del gobierno estatal, corrupción, solidaridad, violencia, lesionados y muerte. Las casas de migrantes se han convertido en el hogar momentáneo y espacio de defensa de los migrantes hondureños, guatemaltecos, salvadoreños y mexicanos, los cuales son perseguidos por la delincuencia, por ciertas autoridades por los Zetas.

Sí en el sur el panorama es cada vez más grave en el norte las cosas, sin ser diferentes en su esencia, tienen variantes, fundamentalmente el narco. A la función de abrir espacios a toda persona que lo necesite las casas de migrantes se han sumado a la tarea de abrir espacios a quienes huyen de secuestros, chantaje y amenazas. Muchos ciudadanos de Ciudad Juárez y Reynosa que padecen la violencia de la llamada “guerra” y la lucha intestina de los cárteles, se han “pasado” a los EU y en el único lugar en que han encontrado posibilidad de albergue es en las casas de migrantes.

Al igual que del lado mexicano, pero con claras salvedades, las casas padecen la presión de grupos, la falta de ayuda y en muchos casos la discriminación. La gravedad de lo que esta pasando radica en que al cruce de los migrantes, ahora también están cruzando los que huyen de la violencia en su propio país y no son ni ricos ni poderosos. Son ciudadanos que tienen pequeños negocios entre los que se incluyen vendedores de puestos ambulantes que no tienen otra opción que tomar sus cosas en su casa meter en una maleta lo poco que tienen y huir para el otro lado.

Rubén García, director de Annunciation House en El Paso Texas, encabeza una casa para migrantes que se fundó en 1978. Contaba hace unos días que ya no tiene espacios por la gran cantidad de gente que esta huyendo desde Juárez. “No tienen en donde estar y lo peor es que ya no tenemos donde ubicarlos”. Annunciation House se ha convertido en uno de los pocos refugios ante la violencia que se ha desatado en México. Rubén García y algunos más en EU son quienes solidariamente ayudan a los migrantes. Ahora tienen otra solidaria tarea: hacerlo también con quienes huyen de su propia casa ante la violencia, el secuestro, la extorsión y el chantaje.

¡OUUUUUUCHCHCH! El que corre riesgos; el que expone; el que toda su vida ha sido leal con lo que hace y piensa; el que no pierde la capacidad de asombro; el que sabe que a veces se puede preguntar todo y a veces no; el que pide que no hablen bien de él porque nadie se conoce como él; el que ha sido maestro de muchos sin que él lo sepa; el que como muchos pierde un poco la razón con los Yankees; el que sabe lo que vendría por estar cara a cara con el “Mayo”; el que nunca deja de ser periodista; el que sabe que es sujeto y parte de la crítica: Don Julio Scherer García.

josecardenas@me.com

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