domingo, septiembre 09, 2012

DESFILADERITO Por Jaime Avilés

¿Qué sigue?
En todos los periódicos mexicanos --otrora llamados “de circulación nacional”-- que leí ayer, detecté síntomas de esquizofrenia. Aunque en sus páginas interiores publicaron testimonios de ciudadanos comunes y corrientes, que escucharon disparos y vieron a individuos anónimos pero también a patrullas policiacas azuzando a la gente para que se metiera en sus casas, todos culparon a los usuarios de Twitter y Facebook de la psicosis colectiva que afectó al estado de México y a las delegaciones de Iztapalapa y Tlahuac y de alguna manera al resto del Distrito Federal.
   
La forma en que se condujo en sus ediciones papeleras y electrónicas del viernes la “gran prensa” es lamentable, explicable y preocupante. Lamentable porque revela,en unos casos más claramente que otros, la sintonía de los empresarios de las noticias con el “nuevo” PRI y Enrique Peña Nieto, que por medio de Antorcha Campesina, crearon el pánico en una amplia extensión geográfica.

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