martes, noviembre 27, 2012

Los estados de los magnates globales declinan y miran entonces hacia la guerra


Rómulo Pardo Silva

Israel sufrió otra derrota militar. La situación mundial lo trabó y no pudo ejecutar su plan de invasión terrestre de Gaza. Tel Aviv tuvo que devolver a casa los reservistas que llamó. Los palestinos celebran, los israelíes no.
De mil misiles con tecnología iraní de Hamás Israel solo pudo interceptar 310 y va a tener que repensar su Cúpula de Hierro. El acuerdo de tregua es débil pero integra oficialmente en el conflicto como parte propalestina a Mursi y los Hermanos Musulmanes egipcios, que distan del general Mubarak. Netanyahu despidió al general que le servía como asesor militar.
El fenómeno de parálisis afecta a todo el bloque liderado por Estados Unidos, como ejemplos Siria e Irán. Washington retira tres barcos de guerra de las proximidades de Irán y vacila en usar el modelo libio contra Damasco.
Es probable que el freno principal de los políticos y militares de las transnacionales centrales y sus seguidores sea la crisis económica. La Unión Europea está en recesión con riesgo de desintegración, Estados Unidos enfrenta el abismo fiscal, en los últimos 20 años la tasa media de crecimiento anual en Japón no llega al 1%.  
Hay análisis negativos sobre el futuro de esos países. El inversionista británico Jeremy Grantham, uno de los financistas más influyentes del mundo según Bloomberg, cree que en los próximos 40 años si no suceden desastres el crecimiento económico de EE.UU. será menos del 1% al año, en cuatro años más la primera potencia económica será China, según el informe "Preparativos para un Oriente Medio sin Israel" de la Comunidad de Inteligencia norteamericana y Henry Kissinger “En diez años no habrá más Israel” porque Washington ya no cuenta con los recursos militares y financieros "para continuar apoyando al país frente a los deseos de sus más de mil millones de vecinos" musulmanes. 
En esas circunstancias adversas una alternativa del poder dominante es romper las reglas que le impiden ganar y recurrir a la violencia hitleriana para establecer la dictadura mundial que le permita gobernar en el tiempo del colapso. El irrespeto a la legalidad internacional ya es común, el bloqueo a Cuba, los ataques a Yugoslavia, Irak, Libia, la injerencia para derribar el régimen de Siria.  
El presupuesto, la tecnología y el despliegue militar del Pentágono tiene lejos el primer lugar, el Parlamento Europeo ha aprobado una resolución diciendo que la Unión Europea no debe convertir la recesión en un pretexto para abandonar los gastos militares, se arman Japón, Alemania, Corea del Sur, Arabia Saudita, Catar, Taiwan…
Pero India, China, Irán, Rusia se preparan para responder a un ataque.  
El gasto en armamento después de la caída de la URSS al contrario de lo que se dijo no ha dejado de crecer.
Hay dos respuestas necesarias para mantener la paz: Moscú y Beijing no deben permitir que se rompa el equilibrio nuclear y convencional a favor de Occidente. Se debe levantar una propuesta mundial por una política ecológicamente sustentable y solidaria que se oponga al ecofascismo del imperio.
Lo primero ya tiene resultados visibles, lo segundo aunque es urgente no logra un desarrollo que permita el optimismo.
En Estados Unidos donde en tiendas se pueden comprar armas automáticas crece el odio interno, un sector «blanco, anglosajón y protestante» se enfurece porque el voto latino y afroamericano es decisivo. También en Europa gana fuerza el fascismo.  
Esta lucha política es una tarea inédita en la historia porque está en juego la vida humana y no humana.  
         

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